viernes, 15 de julio de 2011

¡A pesar de la trans fat... I'm still alive!

Eres veneno vil, trans fat.
Desde hace un tiempo me di cuenta que la cantidad de productos que llevan impreso el mensaje "0 g. trans fat" va en aumento. ¿No han notado ese pequeño detalle en los productos que compran en el super o en sus hamburguesas? Son tantos los productos que traen dicha información ahora que me empezó, no sólo a inquietar sino también a preocupar, sobre qué jocotes es la trans fat y más importante aún ¿desde cuando la he consumido? Investigando un poco resultó que los ácidos grasos trans (por su nombre en español no deben ser muy buenos, ¿verdad?) nacieron el mismo año en que se formaron los Beatles. La fórmula de esta grasa -que es barata y efectiva- permite que nuestras donas duren semanas y no días, que nuestros Doritos sepan más ricos, que nuestras papas fritas hayan sido freídas en el mismo aceite que las hechas el día anterior y que nuestras galletas Oreo vivan por más tiempo que el General Ríos Montt. Pero el costo de consumir esta grasa ha sido alto: ella eleva el colesterol dañino en nuestro cuerpo mientras que baja nuestro colesterol beneficioso. Ahora bien, el asunto está lejos de terminar. Una ley en Estados Unidos permite a los fabricantes de alimentos decir que sus productos contienen "0 g. trans fat" (cero gramos) siempre y cuando tengan menos de 0.49 gramos. ¿No es acaso eso una vil mentira? Desde que tengo uso de memoria he comido en McDonald's y no me cabe en la cabeza la catidad de trans fat que he consumido al día de hoy. Tampoco me cabe en la cabeza que luego de casi 50 años al fin a alguien se le ocurrió que aquello que dure más de una semana fuera del refrigerador no es natural ni cosa de Dios. Una pequeña ayuda. Al comprar sus productos lean la lista de ingredientes. Si dice "parcialmente hydrogenado"... bueno... eso es sinónimo de trans fat.


Ejemplo de un producto "0 g Trans Fat"


Pearl Jam
Corría el año 2000 y yo escuchaba en casa uno de los discos que cambió mi vida: Live San Sebastian, de los jalea de perla. Puedo decir que a la fecha, la de Eddie ha sido la banda que más me ha impactado y gustado. Por aquella época yo era un pobre adolescente queriendo convertirme en hombre (o por lo menos en mayor de edad) pero tenía en mi cuarto a dos grandes compañeros: mi disco doble en vivo de Pearl Jam y mi JVC Kaboom! Ambos hicieron de aquellas noches las más inolvidables de mi época escolar. A diario colocaba el disco y creaba una lista distinta antes de dormir. Me quedaba dormido escuchándolo y al día siguiente iba a comprarme un disco nuevo de Pearl Jam. Así hice mi colección... en menos de dos semanas ya tenía todos los discos (que en esa época llegaban tan sólo al Binaural). Once años después recibimos la noticia de que la banda regresa a México y Costa Rica. Es tiempo de pagar mi deuda con la vida e ir a verlos. Sólo que ahora iré acompañado -espero yo- de personas que me importan mucho más que aquel disco y aquella radio -que aún poseo-. Así que espero con ansias algún día compartirles por acá mi sentimiento tras ver a mi banda favorita junto a mi esposa Ivette y mis amigos Mike, Edgar y Jorge Luis.

Mis dos viejos amigos...

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